Siempre que cavilo en la posibilidad de servirle a Dios, lo único que tengo claro es que debe ser lo mejor que pueda entregarle. Muchas veces queremos alcanzar algún objetivo y se nos atraviesa de por medio la vida. Si nos enfocamos en la cantidad de factores que nos impiden llegar a la cúspide de nuestros anhelos, viviremos entonces una vida influenciada por la frustración.
Tienen su tinto listo?
El nombre de mi blog es resultado de oración y dependencia de Dios y cuanto más lo analizo no me cabe la menor duda de que la palabra gracia tenía que estar incluida. Una noche mientras leía “Doce Mujeres Extraordinarias por el escritor, John MacArthur”, las palabras “cuya gracia” perforaron mi corazón y supe en ese mismo instante que había encontrado mi musa ideal. En el transcurso de mis últimos años e pasado por situaciones adversas que incomodan cualquier membrana de un ser humano. ¡He luchado en contra de mi propia naturaleza para aceptar mis errores y delegar la responsabilidad a la persona verdaderamente encargada de asumir las consecuencias, YO! La bisabuela de mi hija siempre dice, “la culpa es tan fea que nadie la quiere," eso es tan cierto. Queremos buscar quien, cuando, y el porqué pero, la verdad es que cuando tomamos una decisión, la misma viene acompañada por resultados ya sean positivos o negativos. Esto es algo que podemos descubrir a solas o de tanto toparnos con la misma pared pues entendemos el significado de “insensatez.” Entonces reafirmamos nuestro camino por otro sendero, pero el problema está en que continuamos por esa senda cargadas de culpas, equipaje, heridas, inseguridades y vacíos que nadie y nada puede llenar.
Caminar a solas se puede tornar un poco tedioso y esos mismos errores del pasado se convierten en nuestros verdugos y son aguijones que nos entorpecen el andar. En algo podemos estar de acuerdo y es que la vida es más llevadera si se hace acompañada, obviamente depende mucho de la compañía, pero cuando invitamos a Jesús a cada paso que damos y nos dejamos llevar por su mano enfrentar esta vida y mirarnos en el espejo suele resultar más dócil.
En este blog escribiré un poco de todo en relación en como incluir y construir una vida para Dios esta es la mejor decisión que podemos tomar; Como sobrellevar con gracia la crianza de una hija a solas; Como podemos ver lo positivo de cada situación negativa; Como si es posible dejar de ser “victima” de las circunstancias y arrebatarle al enemigo lo que él nos quitó o quizás inconscientemente le otorgamos, como todo lo que parece perdición en tu vida, Dios lo recibe aun quebrantado y lo redime para bendición y traer honor y gloria a él, esto es precisamente lo que aspiro por medio de este blog. Podrán conocer un poco más de mi historia y como Dios ha logrado por medio solo de su gracia restaurar lo que estaba más que perdido y desolado y como solo el logro cautivarme con su luz aun en medio de las más oscuras tinieblas.
Se puede conversar de tantos temas, en realidad hay campo para cada posición que emprendemos en nuestra vida. En resumen, quiero amplificar en la realidad de las circunstancias pasadas y como ellas nos encaminan en nuestro presente. ¿Como nos saturamos la vida entre preocupaciones, expectativas y se nos pasó el tiempo y ahora qué? Perdemos nuestra identidad imitando sombras ajenas, invirtiendo en todo tipo de relaciones egocéntricas y hábitos inconclusos. Mujeres, la identidad la tenemos en Dios, no es cuento pues él es quien te puede llenar, completar, redimir, transformar y te llena de su gracia, sosteniéndote en cada paso concreto e inclusive aquellos falsos también. Antes me refugiaba buscando la atención en una relación, ser aceptada, valorada etc. Que pérdida de tiempo y aliento (pasos en falso). Quizás es ahí donde perdí mi brújula y me encontré perdida dando vueltas en redondo, en el momento más canalla de mi vida, en esa absoluta debilidad el me brindo su fuerza y abarque todo a ojo cerrado, ¿qué más se podría perder según mi parecer?
Somos muy ágiles para caer en la ignorancia y no creo tener la cruz más pesada por cargar o las historias más deprimentes por contar, en realidad en tiempo presente el rol de víctima no se me da muy bien. Pero, si quiero poder motivarles y traer un poco de inspiración que sea el Espíritu Santo susurrando a mi corazón. Ser un instrumento en las manos de Dios es uno de mis anhelos más preciados. Permitirle a Jesús que continúe su obra en mí y entre tanta tela por cortar hacernos compañía en este paseo.
Espero que este blog sea de bendición para ustedes y las espero aquí para la próxima página dentro de una semana.
Ciao,
Diana