En los hombros de mi padre
En arameo Abba literalmente significa “oh padre”, creo que podría esculcar a fondo este tema y dejarlo casi en blanco. De niña siempre vi a mi padre como mi héroe, me encantaba que me subiera en sus hombros. Mi padre siempre ha sido un hombre muy cariñoso, al punto que saboteaba mi paciencia, pero a la misma vez recuerdo lo estricto que era. Nunca permitió que amaneciéramos en casa ajena, era supremamente sobreprotector con sus dos hijas, sus cuidados al enfermarnos nunca cesaban y sus halagos siempre me hacían sentir como una princesa. Recuerdo la primera vez que se dio cuenta que me gustaba un chico, me correteó por toda la casa porque insistía que tenía que ver una nota que yo guardaba con tanto celo. No le gusto para nada y se enfadó tanto, no recuerdo si me castigo o que paso cuando por fin logro sacarme debajo de la cama en donde yo me había escondido. Lo que si recuerdo era que tenía nueve años, y para ese entonces yo no entendía porque él estaba tan molesto, en mi opinión no era para tanto y su reacción fue un poco injusta, 30 años después y al encontrarme con mi hija, una niña de nueve años sinceramente no me gustaría que me dijera que le gusta un muchacho a tan temprana edad (me dan convulsiones internas nada mas de pensarlo) y aunque no creo que la corretee por toda la casa o la castigue sí creo que me sentiría un poco sobreprotectora en el asunto, entonces logro entender por qué mi padre reacciono de esa manera, Dios creo al hombre con un instinto protector con su esposa, hermanas, compañera, novia y sobre todo sus hijas.
Mi hermanita con mi padre
Al aproximarse el día de los padres, voy a desglosar un poco el tema y la importancia de un padre en la vida de sus hijos en general, pero mucho más en la vida de las niñas. Hace aproximadamente 2 años estuve participando en una clase en la iglesia y en esta clase se tocaban todo tipo de temas y las charlas entre mujeres eran diversas (diferentes culturas, costumbres, ideologías etc.) pero si hay algo que marco mi perspectiva es la importancia de un padre en nuestra vida, crianza y desarrollo, pues el corazón se me quebrantaba cuando escuchaba tantas historias de mujeres marcadas con cicatrices tan profundas por la ausencia de un padre, por el mal trato, la indiferencia o el abuso. Estas mujeres crecieron con temores, inseguridades y terminaban buscando en un hombre ese respaldo, amor, aceptación que no recibieron de sus padres. Sincerándome a un nivel muy personal, mis padres se divorciaron cuando yo tenía aproximadamente 15 años y tanto mi hermana como yo convivimos con nuestra madre a partir de esta separación. Se muy bien lo que se siente cuando de repente el héroe de tu corazón ya no está ahí todos los días, se ha marchado y en realidad ese vacío no lo llena ninguna otra persona. Mi madre ha sido excepcional en todo el sentido de la palabra, sus alcances en esta vida para brindarnos tanto a mi hermana como a mí lo mejor dentro de sus posibilidades no tiene precio. Ella tiene mi corazón en sus manos (TE AMO TANTO MAMI). Pero, por más que se esforzaba por un lado u otro el vacío que dejo mi padre no lograba remplazarlo nadie y fue a raíz de los años que logre entender esto. Porque al igual que mis compañeras de clase, yo también quise buscar refugio, un motivo de aceptación en algún novio y una vez más me encontraba deshabitada, cuanto extrañé a mi padre. Pero, Dios en medio de nuestras catástrofes tiene planes magníficos que nos desequilibran para ubicarnos en su plan perfecto. El Señor sabia lo mucho que anhelaba sentir la presencia de mi padre, compartirle mis experiencias, escuchar sus consejos y perderme entre sus abrazos y cuanto añoraba que me saboteara la paciencia. Pero me dejaba cegar por el dolor, el orgullo y el enemigo me nublo el corazón por varios años.
Lucas 7:36-50
Perdemos el tiempo dejándonos llenar de vacíos y aunque las situaciones son tan diferentes para muchas mujeres, quiero que nos enfoquemos en lo fundamental y es que nuestro padre celestial, logra llenar tus vacíos y en el eco de su voz encuentras consuelo, en la presencia de su silencio o sus susurros alcanzas plenitud. Quizás tu padre falleció, te abandono o experimentaste su abuso, pero, si hay algo de lo que estoy segura es que por más amarga que haya sido tu situación nuestro padre celestial es más que suficiente. Él no se enfoca en tus pecados, en tus errores, él lo que anhela y lo que más ama de ti, es tu corazón (tal como está en este momento de tu vida). Como la mujer que derramo su mejor perfume a los pies de Jesús, baño sus pies con sus lágrimas y los seco con sus cabellos, aunque los demás se enfocaban en sus pecados, Jesús vio su corazón y como ella derramo todo a sus pies, lo mejor que ella tenía, lo más valioso que poseía (Lucas 7:36-50). En realidad, esto es lo que anhela Jesús, que le entreguemos nuestro ser, él es nuestro padre, protector, proveedor, quien nos ama incondicionalmente, él nos perdona y quiere que vivamos en paz y verdadera libertad en él. Quiere sanar nuestros corazones, redimir nuestras vidas, que seamos completas en él y prepararnos para nuestro encuentro con el Señor.
Actualmente soy madre soltera, llevo criando a mi hija prácticamente sola. En otra ocasión profundizare un poco más en ese tema. Lo que sí quiero recalcar en esta instancia es lo siguiente, no ha sido el paseo más fácil de mi vida el brindarle un balance a mi hija, querer infundirle los mejores valores, pero, algo me queda completamente claro y es que no pretenderé ocupar el lugar de su padre. Ese cariño, ese contacto entre ellos y como logran sincronizar o coincidir el uno con el otro una vez están juntos es algo que me cautiva (esta relación entre mi hija y su padre aun es resbaladiza y está bajo construcción), no quiero privarlos de que ambos construyan sus vidas llenas de recuerdos. Madres solteras, muchas veces nos enfocamos en lo negativo y se nos olvida que lo verdaderamente importante son nuestros hijos(a) y es crucial el estar alertas como manejamos la relación con los padres de nuestros hijos(a), como influenciamos la imagen de sus padres delante de ellos. Si tienes hijos y ellos tienen a su padre, luchen por mantener una relación sana, no entretengan sentimientos negativos por motivos egoístas. Para aquellas mujeres que los padres de sus hijos son verdaderamente tóxicos para la vida de sus hijos, refúgiense en Jesús y entréguenle sus hijos para que sea el quien llene cada vacío y aquello que el enemigo quiere usar para destruir a tus hijos el Señor lo pueda usar para traer bendición y victoria a sus vidas, tenemos que apoderarnos de la sabiduría que Dios nos quiere brindar, ser cautelosas, prudentes y tolerantes con las pruebas que se nos presenten, pues somos aprendices en esta vida.
Si tu padre está vivo, llénalo de amor, cariño y valora lo poco o mucho que a traído a tu vida. La biblia dice que debemos honrar a nuestro padre y madre (Éxodo 20:12), y no dice: “sean buenos o no, estén presentes o no, sean de buen ejemplo o no”, solo que debemos honrarlos, sé que es difícil, yo me identifico contigo. Pero Dios hace de nosotras criaturas nuevas y todo lo pasado queda atrás, atrévete a perdonar y a ser libre de ese yugo de esclavitud. Hoy por hoy, aunque mi padre se encuentra en Colombia, hacemos lo posible por mantener una comunicación abierta y continua, es confidente, consejero, amigo, apoyo en oración y palabras de aliento (TE AMO MUCHO PAPI). Dios rescato, restauro y volvió a unir esta relación que el enemigo muchos años tuvo en sus manos, pero el Señor nunca se equivoca y tiene propósitos mas allá de lo que logremos captar en el momento de búsqueda. En realidad, al entregarle mi vida y corazón a Jesús, él se encargó de sanar mis heridas y logro restaurar esta relación que para mí es tan importante, el honor y la gloria sean para mi Dios. Mi madre fue muy sabia con nosotras, nunca nos inculco resentimiento hacia mi padre y siempre pusieron de su parte por tener una relación sana por nuestro bienestar. Esta dinámica entre ellos influye mucho en como manejo la relación con el padre de mi hija.
Son muchas las ocasiones, donde me han felicitado en el día de los padres, creo que decir: “Somos madres y padres, al encontrarse uno de los dos ausentes”, se nos vuelve lema en la vida, pero yo quiero inculcarle a mi hija honrar a su padre, en su ausencia y presencia, en lo bueno y malo, en lo feliz y lo triste. Ese valor que ella le brinde muchas veces viene directamente influenciado por mí y son incontables las veces que el padre de mi hija me ha colmado la paciencia y quisiera refutarle hasta su mínimo comportamiento, pero es el padre de mi hija y como tal le doy el honor que se merece (él es como parte importante en el hecho que hoy por hoy sea madre, sin él Yuliana no sería mi hija), aparte de todo como dice el abuelo de mi hija: “Ven la gloria, pero no conocen la historia”, y mis errores han causado un caudal de consecuencias. Cuando nos dejamos invadir por la humildad es mucho más fácil y tangible el alcance de la gracia y llega a perturbar tu comportamiento pues es casi contradictorio a la naturaleza humana, pero es ahí donde caes en cuenta que no es por tus propios medios, eso se llama la mano de Jesús en tu vida. Hay actos inhumanos que algunos hombres cometen hacia sus hijos(a) o en contra de las madres de los mismos, pero mientras estemos en esta vida nos toparemos con retrógrados mentales y emocionales. Por lo tanto, aférrate de la mano que nunca te soltará y que traerá verdadera victoria a tu vida y a la de tus hijos. Permítete ser libre, tú y tus hijos(a) se lo merecen.
Caballeros, refúgiense en Dios, que él les de sabiduría y humildad de corazón para ser ejemplos en sus hogares, en la vida de sus hijos(a). Sean sacerdotes del hogar como Dios los instruye y sean el pilar fundado en la roca firme que no se mueve, la presencia de Dios en cada día de sus vidas. A todos los padres del mundo, ¡FELICIDADES! ¡A los padres en mi familia, los amo con todo mi corazón, en especial a ti papi!
Si tienen alguna pregunta, inquietud o quieren pedir oración por alguna situación, en la opción que dice: “contacto” pueden enviarme un correo electrónico.
¡Hasta la próxima!
Te amamos mucho papi
Mi padre con mi hija