Háganme un favorcito, vayan a la cocina y se preparan un buen café
En Agosto del 2016, recuerdo que el pastor Roberto Lugo predico en la iglesia para un aniversario. Al finalizar el servicio el pastor de jóvenes en ese entonces pidió que todos los niños(a) que estuvieran próximos a ingresar al colegio pasaran al frente porque él quería orar por ellos, por ende mi hija paso y recuerdo que el pastor principal me indico que pasara al frente con ella porque el pastor Lugo iba a ministrar a la vida de Yuliana (ya el pastor Lugo había terminado su prédica por esa noche, pero fue inquietado por el Señor con mi hija). Cuando alcance a Yuliana en el altar me pare detrás de ella, el pastor puso su mano encima de la cabeza de Yuliana y de inmediato sentí la presencia del Espíritu Santo posarse entre las dos, en ese momento culminante sentí que mis piernas me flaqueaban, sus primeras palabras fueron: “ella nunca fue un accidente”, el pastor continuo ministrando sobre ella y mí corazón se quería salir del pecho. En ese instante sentí como Dios en su infinita misericordia uso al Pastor Lugo para darle una patada en las entrañas al enemigo, pues llevaba 7 años sintiendo esa blasfemia retumbar de un lado a otro en mi mente y perturbando lo íntimo de mi silencio. ¿Ustedes saben que el enemigo no cree en las vacaciones, trabajar medio tiempo o días festivos? El no cree en tomar tiempo libre, trabaja como un burro sin cesar tratando de entorpecer nuestro caminar y la verdad si el no descansa pues entonces nosotros tenemos que doblar los turnos y hacer rotaciones entre nuestros grupos de oración.
FEB 16, 2009 17:53 7.0 lb 21in
2 semanas de nacida
Recuerdo cuando la tuve por primera vez entre mis brazos, me sentí completamente inmerecida de cargarla, sentirla, de poder olerla. La primera vez que vi a mi hija, quede cautivada porque era una bebe recién nacida verdaderamente preciosa (era la bebe con la peluca, las enfermeras entraban a mi habitación para conocer a esa bebe que tenía tanta cabellera) y pensar que solo le pedía a Dios que mi bebe fuera saludable y me dio mucho más de lo que logre imaginar. Es curioso porque nunca fui muy dada a ser atraída por los niños(a), dicho esto el convertirme en madre era algo muy lejano a mí y mucho más en esa época de mi vida. Cuando quede embarazada, estaba sometiéndome a unos análisis gastroenterológicos, el último examen que me hicieron fue en el departamento de radiología del hospital, fue en el área abdominal y me expuse a mucha radiación (ya estaba embarazada y no lo sabía). Recuerdo haber conversado con mi padre y el me sugirió viajar a Colombia porque no estaba muy de acuerdo con que me sometiera a una cirugía (esta fue la recomendación de mi gastroenterólogo, en sus palabras, él no podía hacer nada más por mi), pero Dios tenía otros planes ¡JA! El caso fue que regale lo que tenía, me mude de nuevo con mi madre y empecé a considerar la idea de mudarme para Colombia, pues yo no quería hacerme operar. En ese entonces no me hallaba ni en mi propia piel, mi mente en depresión absoluta y mi corazón abandonado anhelaban algo que no lograba descifrar ¿cómo sabes lo que necesitas en tu vida cuando ella se encuentra rotundamente vacía? Cuando me entere de mi embarazo sentí que se me movió el piso literalmente y quede en el limbo, aun mas desubicada de lo que ya me encontraba. Irónicamente lo único que tenía completamente claro era que iba hacer todo lo posible por tener a mi bebe, costara lo que costara y en contra de quien se me parara al frente. Mi embarazo fue emocional y mentalmente agotador, pase incansables momentos de desolación. Al final de mi primer trimestre me empezaron a salir unos edemas en las piernas y mis pies se empezaron a hinchar e incluso muchas veces cuando manejaba me tocaba estacionarme porque se me adormecía el pie, en muchas ocasiones cuando llegaba a casa llamaba a mi madre para que me ayudara a entrar porque no conseguía dar un solo paso, me llenaba de pánico porque temía que algo le pasara a mi bebe pues muchas veces me tocaba saltar en un solo pie para poderme movilizar . El enemigo me susurraba al oído que este embarazo no era buena idea y que yo no estaba en ninguna condición de tener a un bebe. Sin conocer el temor del Señor aun en medio de mi ignorancia y desespero, me aferre a mi bebe y le prometí a Dios, que si el cuidaba de mi bebe y me le daba salud, yo iba a luchar por la vida de mi criatura y que no iba a escuchar las patanerías del enemigo. Empezó el ataque y el contra-ataque porque entre más dura era la lucha yo más me enamoraba de una persona que no conocía pero que ya amaba con todo mi corazón.
En Colombia, 6 meses de embarazo
En Colombia 2008
Cuando cumplí 5 meses y me di cuenta que iba a tener una princesa, dadas las circunstancias de ese momento y debido al estado emocional en el que me encontraba, renuncie a mi trabajo, compre un pasaje de una sola vía y arranque para Colombia, quería encontrar un poco de paz y poder disfrutar mi embarazo sin temor de perder a mi hija por tanta agonía emocional. Fueron los 2 mejores meses de mi embarazo, con resbalada de escaleras incluida, cuando regrese llegue a encontrarme con el desespero otra vez (el enemigo usa a la gente que te rodea y que quieres para atormentarte), pero al sentir a mi Yuli, sentía que todo lo podía soportar, todo valía la pena y ella aun sin nacer me daba las fuerzas para seguir aunque me encontraba atrofiada espiritualmente. Yuliana ya tenía un testimonio de vida sin nacer, la gracia de Dios había tocado su vida. Mi hija hoy por hoy ve a una mami valiente, si supiera que esta jornada la empecé con muletas y coja debido a las zancadillas que yo le permití al enemigo. Poco a poco el Señor me ha dado de su sabiduría para ir desenredando este zaperoco (palabra que se usa en Colombia cuando por ejemplo hay un arroz con mango, enredo etc.).
El padre de mi hija y su familia no estuvieron presentes en el momento de mi embarazo, su nacimiento o en su primer año (por circunstancias completamente ajenas a ellos) el Señor sabía que había situaciones que yo no lograba soportar más, me sentía embotellada y atrapada en completa oscuridad y la luz trajo la verdad las cuales tenían que entrar a mi vida por más difícil que fuese tener que despegar de lo familiar. Una tarde, sin saber lo que hacía me rendí en un closet y con una biblia en la mano empecé a llorar y clamar a Dios, que no permitiera que nada, nadie me alejara de Yuliana. Cuando abrí la biblia le suplicaba al Señor que me hablara, me dolía el alma, me ardía la piel y no tenía más fuerzas para seguir luchando sola y mucho menos estando vulnerable pues ya ella había nacido. Al abrir la biblia al azar el primer verso que leí fue: “Guarda silencio ante Jehová, y espera en el – Salmo 37:7 y de ahí entre una hoja y otra leí: “Quédense quietos y sabed que yo soy Dios -Salmo 46:10”. Recuerdo que mi cuerpo se estremeció, empecé a temblar y no podía controlar estos movimientos compulsivos que tomaban todo el control. En este momento no tenía ni idea que era un quebranto, al pasar los días mis enredos empezaron a desatarse sin mover un dedo y sentí plena confianza en aquel que no conocía, en un extraño que no podía ver, me sentía completamente convencida que tenía alguien a mi lado que me defendería, que lucharía mis batallas y que me iba a pasar por el madero (su cruz), presentí que este proceso iba a doler y muchas personas iban a salir lastimadas pero para poner orden muchas veces hay que dejar que pase un terremoto para empezar a construir de nuevo. Las consecuencias las he vivido en carne propia, esas no las he podido evadir y han dolido mucho pero en mi alma sentía ese afán de permitirle a Dios encargarse de corazones rotos e instruirlos con su gracia, de confiarle la vida de mi hija y los propósitos que él tenía con ella. Yuliana, llego a mi vida cuando me encontraba en el abismo, pero estando allí me di cuenta que solo había una escapatoria y esa era mirar hacia arriba. Dios uso a mi hija para rescatarme, auxiliarme de mi misma, me dio esta niña pura e inocente para traerme a su cruz de rodillas, ella llego a mi vida sin ser planeada por mi o su padre, pero nuestro padre celestial, la planeo, la escogió y bendijo mi vientre (Deuteronomio 28:4).
Ha dolido mucho este proceso, muchas veces los huesos de tu alma tienen que ser trillados, tu corazón tiene que estar despedazado para que Dios pueda realmente empezar obra nueva en ti y uno de mis retos más grandes es el aprender a perdonarme y aceptar errores sin buscar justificación, es mucho más fácil perdonar a los demás. Dios uso a mi hija para llamar mi atención, para que fijara mi mirada en él. La historia de Yuliana, es de aquellas que si la cuento en su mínimo detalle quiero esconder mi cara en la tierra como el avestruz y no por ella sino por mí, ese es mi lado humano aquel que se auto-crítica y sabotea la gracia de Dios, pero la nueva criatura que soy en Dios se deleita en la gracia y misericordia de mi Rey y si no fuera por él, CUYA GRACIA me salvo, me rescato no sé qué sería de nuestras vidas. Poco a poco ha ido acomodando absolutamente todo (eso es cuando yo no meto las de caminar) y hasta lo que parecía incorregible e imposible lo ha tomado en sus manos y ha transformado lo que yo había destruido con mis decisiones (recuerdan que mencione que cometo errores GARRAFALES).
Jesús es tu fiel amigo y cómplice, aquel que te lleva de la mano y te carga cuando tus fuerzas te fallan, quien te acompaña y te muestra el verdadero significado del perdón, de cómo repartir gracia a otros cuando te hieren, de mirar hacia adelante sin traer ataduras del pasado, como gozar en plena libertad. Muchas veces decimos perdonar pero en realidad en nuestros actos demostramos lo contrario, pensamos que Jesús no puede ver la transparencia de las intenciones de nuestro corazón. Somos tan ingenuos al tratar de entretener ese desatino, pero como la terquedad se nos da por naturaleza humana entonces es mucho más fácil atinar con lo que se puede tildar como un hecho. Jesús toma tus pecados más pútridos y se ensucia las manos para poder limpiarte y quitar toda mancha en ti (Ezequiel 36:25), no importa lo que hayas hecho en tu vida, no importa que tan grande o pequeño ante el mundo sean tus debilidades, a mi Dios nada le queda grande. Él puede con todo y todos, somos nosotros que nos tiramos a matar pues irónicamente le creemos más fácil al enemigo que a un Dios que nos ama tanto que envió a su único hijo al campo de batalla por amor a nosotros (Juan 3:16). No sigas creyendo las artimañas del enemigo, mientras estés con vida nunca será tarde para retomar tu camino en los propósitos que Dios tiene para ti. Te lo digo yo, una mujer que no creció en la iglesia o entre una familia cristiana, que vivía una vida desordenada y entumecida.
En tiempo presente, cuando miro a mi peluda con esa mezcla donde predominan sus raíces tainas veo la mano de Dios, ella es un constante recordatorio del amor de Cristo por mí. Veo la sensibilidad que ella tiene en su corazón por el Señor y como Dios ha dejado su huella en el corazón de mi niña a tan temprana edad. Ahora, entiendo porque tanto ataque del enemigo durante mi embarazo, tiro dardos sin parar y yo sé que es una batalla constante pero para eso mi hija tiene una madre guerrera que dará la buena batalla por ella. Yuliana, me inspira a ser una mejor madre, mujer y persona, me impulsa a valorarme como jamás lo hice. Ella es mi hija, esa que con sus ojos gitanos perdidos entre su hermosa cabellera me enamora, la que me alivia la tristeza con uno solo de sus abrazos, ella es mis besos de mariposa, lo más puro que tengo en la vida. Para todas nuestros hijos(a) son especiales, únicos y son un regalo de Dios (Salmo 127:3), por lo tanto debemos cuidar de ellos, apreciarlos y aprender de ellos (bien dice la palabra de Dios que debemos ser como niños para entrar al reino de los cielos – Mateo 18:3).
Actualmente, vivimos rodeadas de cariño y respaldo, la familia de Yuliana nos recibió con amor desde el primer momento y cuando me presente delante de sus abuelos para que conocieran a su nieta el abuelo de mi hija que es pastor me dio la bienvenida a su familia y lo primero que me dijo fue: “yo quiero conocer a la madre de mi nieta primero" y me recibió con brazos abiertos (Abuelo y Abuela de Yuyu, LOS AMO CON TODO MI CORAZON), sentí la mano de Dios una vez más, pues mi corazón galopeaba como caballo desbocado porque no sabía con qué recibimiento me iba a topar. Pero Dios, es maravilloso y pone orden en lo que él hace, jamás me han hecho sentir menospreciado, ni un argumento o una acusación en todo este tiempo, esta situación trajo sabores un poco amargos pues muchos perdieron, otros recibieron y con un corazón completamente roto tuve que tomar decisiones determinantes pensando ante todo en Yuliana. Entonces tenemos que agarrar a ese toro por los cuernos, aunque tengamos miedo seguir adelante a un terreno desconocido, ser valientes en Dios y no dejarnos paralizar por los miedos e inseguridades. Esto es una batalla declarada por el enemigo, él se toma esta guerra muy personal, por eso tenemos que luchar y creer en fe que somos vencedores en Cristo. Sé que aún queda mucho camino por recorrer pero esta fe no me abandona.
Esto es la gracia de Dios, completamente inmerecida.
¡Hasta la Próxima!
2 meses de nacida