HOLA
Hace como 3 años atrás solo por la gracia y favor de Dios se me dio la oportunidad de dar una clase para el grupo de mujeres al cual asistía en mi iglesia, les confieso me sentí completamente inmerecida de darla y aun al pensar en ese día me da un no sé qué, no sé dónde, como nervios por algo que ya aconteció, de repente caigo en cuenta que quizás me afecto más allá de lo emocional y fue un momento trascendental en mi vida. Al pasar el tiempo, podría decir que muchos aspectos de mi vida han cambiado (en ese momento estaba casada y viviendo entre escombros emocionales) más sin embargo para honor y gloria de Dios pude dar la clase y sigo deambulando entre los ecos de lo que logre dialogar ese día pues era algo completamente ajeno a mi zona de confort, me temblaban las piernas, se me quebrantaba la voz y los que me conocen saben que cuando me pongo nerviosa se me sale el acento a mil por hora cuando hablo en inglés. Cuando haces algo para el Señor tu alma se estremece más allá de cualquier fibra anatómica que pueda envolverte, el título de mi clase fue: “Plan B”. En resumidas cuentas los despojos que le entregue al Señor después de mis incontables catastróficas caídas, el las convirtió en un hermoso testimonio que poco a poco retoma vida y me ha dado la inmensa bendición de poder vivir para él y poder reiniciar mi camino de su mano en el PLAN B de mi vida.
Desde un principio Dios tiene un plan para nuestras vidas, a este le llamaremos el - plan A. Pero a raíz de nuestras decisiones nos desviamos y le soltamos la mano a Dios, en mi caso, divague por otro sendero y me aleje de lo que Dios tenía para mí y a raíz de mis decisiones enfrente consecuencias que sacudieron mi vida. La cuestión es que el enemigo también tiene planes para nuestra vida y él nos consiente las debilidades por ende caemos en la trampa y en espiral se nos va la vida de tropiezo en tropiezo. Lo peor de todo es que llegamos a pensar que es imposible que Dios logre alcanzarnos y encamine nuestra vida. Ese plan A que Dios tenia para tu vida queda en ruinas y apartado de su voluntad, de lo que el tenia para ti. Todos nacemos con un propósito, con dones, capacidades intelectuales y es tan fácil ir por la vida satisfaciendo cada uno de nuestros deleites para nuestro beneficio y placer emocional, mental y físico, se nos olvida que solo porque a Dios le complace podemos disfrutar de lo que él nos otorga. Muchas veces al mirar hacia atrás veo fragmentos del plan A trazado para mi vida y por mi rebeldía logre salirme de carril y no se en que momento le entregue mi brújula al enemigo y termine en el precipicio, apartada de Dios.
Pero que maravilloso es Dios, cuando logramos entender que el amor de Dios no tiene límites y fronteras, es cuando tenemos el valor de rendirnos ante él, entregarle nuestros despojos y permitirle que de la pelea por ti, arrebatarte de las garras del enemigo y declarar que eres suyo pues él te conoce por tu nombre (Juan 10:3, Isaías 43:1, Éxodo 14:14) hay tantos versos en la biblia donde Dios nos respalda. No hay nada más maravilloso que estar reposado en sus manos, la paz del espíritu santo cuando estas sincronizado con la voluntad de Dios en tu vida y cuando su gozo invade tu vida es algo inigualable. Yo quisiera que en algún momento tengan el valor de rendirse al Señor y pedirle les permita sentirle de una manera tangible. Esta semana pasada me vi muy atacada mental, espiritual y emocionalmente por el enemigo, mis días eran un tira y jala de aquí para allá y me quería como invadir una zozobra que me atormentaba. Lo que hice fue pararme firme en la brecha, contactar a mis guerreras en oración y reprender hasta que me quedara sin aliento. Clame a Dios, por su plan B en mi vida, sus promesas de nunca abandonarme, por la paz que sobrepasa todo entendimiento humano y entre lágrimas logre descansar en él, a pesar de mi afán por querer estar en control de lo que solo Dios puede controlar. Dios te da la oportunidad de empezar de nuevo, te da un plan B para tu vida, un renacer que viene acompañado de un testimonio por el cual serás conocido (Apocalipsis 12:11, 2 Timoteo 1:8) él te acompaña para siempre. Pídele a Dios que te de sabiduría, revelaciones, confirmaciones y él te las dará. Hoy en día trato de vivir más sometida a Dios en este plan B de mi vida y aunque enfrentaras situaciones donde quieres dejarte llevar por los anhelos de tu corazón, el espíritu santo entrara en acción y podrás en medio de las debilidades tener auto control y someterte a Dios para agradarle ante todo a él. Solo se necesita de un un descuido y el enemigo entra hacer de las suyas y se atrasan las promesas. Enamórate de Dios de tal manera que tu cuerpo responde a tu mente y corazón no al contrario, todo entra por un pensamiento y si no tenemos nuestra mente y corazón sometidos a Dios es muy fácil caer y tropezar. Deja que Dios te suceda en la vida y que el dirija tus pasos, confía en su tiempo y en sus planes para tu vida. Lo maravilloso de todo es que si hay alguien que conoce tu corazón y sus anhelos es el, el mismo que te formo en el vientre de tu madre (Salmo 139:13). Dios es uno de orden y el acomoda todo conforme su sabiduría, no la nuestra.
Ese plan A de tu vida que se encuentra en llamas y escombros, entrégaselo a Dios y él te dará la oportunidad de empezar con un plan B, lleno de amor, misericordia, sabiduría y ante todo su gracia que es completamente inmerecida. Como todo plan A o plan B que vivas vendrán pruebas, valles, soledad, lagrimas, pero al final sentirás plenitud en él en todos los sentidos. Animo en todo momento, levantémonos y demos la buena pelea para poder ganarle al enemigo la batalla ¡él ya fue vencido en la cruz!
¡Bendiciones de lo alto!