¡Que hubo pues!
Antes de empezar, quiero que se hagan una pregunta, ¿cuándo se topan de frente con la palabra prófuga, que es lo primero que se les pasa por la mente?
El significado que proporciona el diccionario es el siguiente: “Prófuga: persona que huye de la justicia u otra autoridad”. Pero en realidad yo quiero hacer una paráfrasis de este término en otro aspecto y quizás indagar en un tema más profundo y llevarlo a otro nivel. No logro identificar con pelos y señales las innumerables veces que me convertí en prófuga de mi consciencia y presa de mis pensamientos, decisiones, acciones, debilidades y consecuencias. Vivía mi vida sin apuro del mañana y atemorizada por tanta indiferencia hacia mi futuro. No sé en realidad en que momento me adapte a este estilo de vida y peor aún en que momento me ensañe en coincidir con esta mentalidad. Deambulando entre mis reminiscencias logro identificar varios hábitos que quizás me encaminaron a tomar decisiones devastadoras que no tan solo afectarían mi vida a un nivel interior y exterior, sino también a terceros directamente. Cuando no conocemos o tenemos temor al Señor tendemos a ser como indiferentes con nuestro diario vivir. Pensamos vida hay solo una, hay que disfrutar de esta vida, fresca que no pasa nada etc., pero cuando amanece resulta que si paso y mucho. ¿Como entonces recogemos los escombros de lo que ya se encontraba prácticamente en un acabose total? Entrando un poco más en materia, nunca llegue al punto de experimentar droga, nunca fume o me entretuve en otros vicios que afectaran mi salud como tal. Pero, si participe deliberadamente en otros hábitos que poco a poco me llevaron al precipicio. Ahora, quiero recalcar que esto quizás no aplique a tu vida o no logres identificarte con este tema, pero en algún lugar remoto de tu vida o de alguien muy cercano a ti, estas palabras puedan ser de aliciente. Muchas veces leemos algún contenido de una historia, anécdota y como no logramos asociarnos con el caso pues lo desechamos, sin saber el día de mañana en qué situación nos encontraremos o a quien le estaremos escuchando su historia. Yo quiero que este blog sea para diversas audiencias y quien logre leerlo sienta la transparencia con la que escribo mis anécdotas.
Prófuga nace de un pasado y es una lucha diaria donde marco distancias en lo que era a lo que anhelo ser. Antes prefería esconderme en el último rincón para pasar por desapercibida y que nadie notara el estigma que recogí y casi no logro liberar. Cuando cometemos tantos errores se nos hace tan difícil recopilar los hechos y tratar de acomodar todo para empezar a enmendar. Es muy difícil recoger y sacudirnos para seguir la lucha, a diario trato de hacer una nota mental de donde Dios me ayudo a salir y como me libere de esa mentalidad, emocionalmente damnificada. El enemigo va a luchar con todo lo que le facilitemos y lo usara en contra de nosotros para darnos ese golpe bajo y mantenernos bajo sus talones, entre más nos tenga presos en sus propósitos más nos distanciamos de los planes de Dios. Se nos hace más complejo despojarnos de la impiedad de nuestras manos y de nuestros corazones. Anteriormente mencione que nos tornamos indiferentes al no temer a Dios (temor a Dios, reverencia y respeto por lo que él representa) en nuestro diario vivir, quizás piensen que estoy siendo un poco radical o extremista, pero todo comienza por un pensamiento que se transforma a un sentimiento y esto empieza a salpicar tu vida. Todo entra por la mente y si entretenemos algo pues le damos vida y una vez esto se convierte en acción queda libre y nosotros cautivos. Entonces cuando caemos en cuenta de nuestros errores nos convertimos en prófugos, queremos evitar ser encontrados para no ser juzgados, criticados y que nos plasmen en la frente la X en mayúscula, sentenciados de por vida. Ahí está lo serio del asunto, porque somos prófugos de la verdadera libertad, del perdón y de la maravillosa gracia de Dios. Pues pensamos que no tendremos oportunidad de escabullirnos y que estamos quizás destinados a vivir en esclavitud mental, emocional, espiritual y muchas veces hasta física. Lo peor que podemos hacer es vivir en ignorancia, creer que es muy tarde para encaminarnos, pensar que el Señor nos ve como pérdida de tiempo y somos renuentes a buscar la verdad, es ella la que nos dará esa libertad de enfrentarnos con valentía y como dicen por ahí, “coger el toro por los cuernos”. Siendo aún una vasija rota, te recibe tal cual, y él se encarga en moldearte para que puedas obtener tu propósito sin ataduras, ser de bendición para alguien y permitirle que se glorifique en tu vida por medio de tu testimonio. Esta es nuestra tarea en esta vida, impactar la vida de otros, compartir nuestras experiencias y dar aliento a quienes lo necesitan, acudir aquellos que viven en la oscuridad y no saben cómo escapar. Pero si creemos las mentiras del enemigo seremos prófugos de las bendiciones de Dios y de los propósitos que él pueda tener en tu vida. El temor detiene, paraliza y nos mantiene en un estado de enmudecimiento total.
Anteriormente, me envolvía con parejas en relaciones poco saludables y en realidad me sentía atada de pies y de manos, ¡algo me gritaba TOXICO! Pero mis piernas se paralizaban y mi mente le seguía, no tenía la voluntad para despegarme, no tenía el valor para dar media vuelta y no volver a mirar hacia atrás. Nunca fui verdaderamente libre, genuinamente feliz. No era culpa de mi pareja, era mi responsabilidad por no saber cómo pelear la batalla contra el enemigo que ni corto, ni perezoso me encarcelaba en esta mentalidad tan absurda que mi valor dependía del “éxito” de una relación. ¡Relaciones que no agradaban a Dios en muchísimos aspectos, pero para ese entonces que sabía yo de esto, NADA! (Lee Efesios 6:12). Quizás no sea alguna relación que te tenga atada(o), puede ser otra situación y algo dentro de ti se mantiene a mil revoluciones por hora, algo que no te da paz, que te mantiene de claro en claro y por las noches al hacer el intento de descansar te interrumpe y no te permite estar en igualdad de circunstancias, pues luchas tirando puños en falso porque no logras identificar donde dar en el blanco. La verdad yo no tengo las respuestas para todo, me baso en mis propias experiencias y lo que hasta ahora me sostiene y es mi dependencia de Dios (aclaro que no es fácil, pero lo vale todo). Depender de otro ser humano para sentirte pletórico es insensatez. Entrégale tus cargas al Señor, clama por sabiduría y un paso a la vez, día con día, permítele que te llene. Quizás no encontraras respuesta inmediata pero la paz que empezaras a sentir, ese gozo inigualable rebosante abundara en tu vida y a medida que creces en él, tus dolores, angustias y sin sabores de la vida empezaran a disminuir.
Mientras estemos con vida, enfrentaremos dificultades y retos de diferentes magnitudes, pero estar acompañada por el creador del universo es la cúspide del éxtasis, la dosis más alta de euforia en las venas y empiezas a verte como él te ve, amarte como él te ama y tus situaciones, aunque no se esfumen, las enfrentas con su fuerza así te tiemblen las piernas como corbatas. Para concluir, recuerden que no están solas(o), que Dios verdaderamente te ama, que es mejor empezar de una vez y enfrentar la realidad, renunciar a ser prófuga(o) y presos de las circunstancias, aprender de cada trance en nuestra vida y tener presente que no todo dura para siempre en esta vida, todo pasa y todo tiene su tiempo.
Para aquellas mujeres que tienen hijas, recuerden que somos el ejemplo para ellas. Lo que vean en nosotras es fundamental y esencial en su desarrollo. Si ellas ven que nuestro valor depende de otra persona, de una apariencia, de objetos materiales, de nuestro éxito profesional, crecerán imitando este patrón de vida. Si alguien necesita una motivación más tangible, observa tu reflejo en los ojos de tu hija, ahí encontraras el impulso para arrancar.
Los dejo con esta reflexión: “No permitas que lo urgente te quite tiempo para lo importante” y tu estado emocional y mental es supremamente importante.
¡Chao pues!
PROVERBIOS 31:25